Es un hecho cierto que el actual Gobierno inicia una nueva etapa. Contagiada por el ambiente futbolístico que ha embargado al país durante la ‘Copa América’, ha sido la presidenta —que no se caracteriza por sus aciertos analógicos—, quien ha empleado el término ‘segundo tiempo’ para describir el nuevo escenario a enfrentar y el nuevo equipo que va a salir al campo político a realizar el ‘juego’. En realidad, y dentro de sus limitaciones, la analogía describe una realidad imposible de desconocer: se inicia un ‘segundo tiempo’ dentro de ese ‘partido’ que, constantemente, ha estado jugando el pacto ‘Nueva Mayoría’ con su oponente la ‘Alianza Por Chile’ disputándose la administración del país.