No sólo no cumple con su deber histórico y político con lo que fue parte de su territorio sino que, además, España es uno de los pocos estados miembro de la UE que intervendrá en los procesos judiciales a favor de Marruecos, solicitando al Tribunal que dé marcha atrás en su decisión de cancelar el tratado de comercio UE-Marruecos en el Sáhara Occidental.