Solo una idea fraccionada reduciría La Paz a arbitraje, pasividad, limpieza de calles, seguridad, orden, actos de caridad y silencio con tintes de dominación. Paz es más que ausencia de conflicto; es recuperación del territorio, respeto por la vida, bien-estar de todos los miembros de una comunidad; un bien que perdura en el tiempo a través del ejercicio de esa justicia que repara. La Paz, finalmente, genera ética de responsabilidad frente al otro. Si se pide por ella para defender lo propio, no se ha entendido nada de lo que significa el concepto.