Este bloque actual de poder oligárquico se había mantenido incólume sobre la base de la llamada “democracia de los acuerdos” y, sobre todo, porque la Concertación se mostró más eficiente que Pinochet para perfeccionar las ideas matrices de este modelo plutocrático, ahora vestido con ropaje democrático y de gran acogida y apertura internacional. El neoliberalismo bastardo así, se convirtió en un modelo admirado por Estados Unidos, especialmente, y a imitar por los países de América Latina.