Hace casi cien años sir Mark Sykes, diputado conservador de Yorkshire, firmó un acuerdo secreto con François Georges-Picot, diplomático francés, para repartir los territorios del Oriente Próximo entre Reino Unido y Francia en caso de victoria en la guerra contra la coalición formada por los imperios alemán y austrohúngaro durante la Primera Guerra Mundial. Según estipulaba la letra el acuerdo, el territorio que se corresponde actualmente con Jordania, Irak y las áreas en torno a las ciudades de Haifa y Acre quedaría bajo control de Reino Unido; mientras que Francia controlaría el sudeste de Turquía, el norte de Irak, Siria y Líbano.