Tras la determinación del Papa Francisco de aceptar las renuncias de otros dos obispos  chilenos (los jefes de la iglesia de Chillán, Carlos Pellegrín, y de San Felipe, Cristián Contreras), el ex seminarista Mauricio Pulgar, una de las víctimas de abuso sexual por parte de miembros del clero, expresó que es hora de que la Iglesia “cambie la actitud hacia las víctimas y que se inicie un diálogo”.