El triunfo del estado del bienestar en los países llamados capitalistas considera la inversión en educación como la más rentable, presentando un alto consenso en la ampliación de las políticas de escolarización. Pero señala un peligro oculto: la tendencia a un descenso de lo público y una proclividad a privatizar y mercantilizar los servicios educativos. La escuela y la prisión han sido un todo orgánico en los estados modernos ya que los estados se encargan de separar y castigar a los que se apartan de la norma.