El PSUV nunca ha actuado como partido político, sino como maquinaria que se activa, de manera exclusiva- en tiempos electorales, el resto del tiempo es pasiva y se limita a la acción parlamentaria. Esto es posible para países donde no se está sufriendo una situación de “guerra económica” o de otro tipo, pero para aquellos, en los que en condiciones de inferioridad respecto del imperio, pretenden construir un modelo de desarrollo y sociedad diferente, es fundamental el trabajo político, toda vez que nunca se va a poder competir contra un enemigo de esas dimensiones en términos de las finanzas, la economía o las capacidades bélicas. Sólo se vence con una ética y una moral superior, una gestión diferente, y un pueblo participando, con alta conciencia a partir de procesos de formación y organización política superior.