Después del informe económico del ministro de Hacienda en el cual sostiene que el crecimiento de Chile será un raquítico de 1,7%, los economistas, profesionales en embaucar a los bobos ciudadanos, nos dicen que no hay que pensar en la gratuidad universal,  más bien postergarlo para las calendas griegas y dejarla sólo como un sueño utópico a la espera de la segunda venida del Mesías en gloria y majestad.