El hambre experimentada por gran parte de la población nacional y la espectacular respuesta de las organizaciones poblacionales a través de la solidaridad y la cooperación, bajo el lema ‘Sólo el pueblo ayuda al pueblo’, muestran formas inequívocas de un nuevo trato que necesariamente ha de considerarse en toda reforma que se plantee”. Entre esas formas nuevas de trato ha de considerarse una forma de relación humana que había sido proscrita durante todos estos años de democracia post dictatorial: la participación