Durante los acontecimientos, toda la prensa hegemónica dedicó sus tapas, bajadas y primeras páginas a acompañar la asonada, alentándola. Las embajadas amigas de los usurpadores estuvieron alertas, cuando no participaban de la logística y la posible recepción de visitas, como en el caso de López, para vergüenza del PSOE español que muy próximamente debe formar gobierno y una de sus chances está hacerlo por izquierda, ahora con la espina de un confeso golpista bajo su protección.