Cobra especial relevancia que esta institución bancaria concedió el Premio Nobel en 1976 a Milton Friedman por sus nefastas y destuctivas conjeturas neoliberales, las cuales únicamente son aplicables con el apoyo de ejércitos brutales y deshumanizados, al servicio incondicional de élites enquistadas en las altas esferas de la sociedad. Recalcamos que tales teorías están en clara oposición al pensamiento de Alfred Nobel. Hoy vemos en los tremendos acontecimientos sociales que suceden en Chile, el deplorable resultado de la aplicación de especulaciones económicas premiadas y reconocidas por el Banco Central sueco. En ese país sudamericano, el agua, que es un sí a la vida, es hoy día un bien privatizado de manera absoluta y total. La junta militar chilena en su momento, impuso las especulaciones de Friedman con la fuerza de las armas.