El profesor Senf demuestra que los países no se endeudan por una mala gestión de los gobiernos, sino por la dinámica inherente de un sistema financiero que se basa en la creación de deuda y que olvida el poder destructivo del interés compuesto. Este poder destructivo facilitado por el neoliberalismo y la desregulación de los mercados es el gran secreto de la banca y es lo que tiene a la economía mundial en una crisis profunda y de difícil salida.