El asesinato esta semana de dos excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la región del Cauca, confirman los denunciados indicios de un plan sistemático para eliminar a los exguerrilleros que se acogieron a los acuerdos de paz suscritos con el gobierno.
Ya suman 135 los rebeldes que depusieron sus armas y fueron asesinados desde la firma de la paz en noviembre de 2016, 34 de sus familiares también fueron muertos y once excombatientes fueron desaparecidos.