Porque ellos, los periodistas de los grandes medios andan por las calles y ferias, tratando de transmitir que ya todo cambió y ahora todo va por buen rumbo. Pero Usted y yo sabemos: Lo único cambió hasta hoy somos nosotros mismos. Apague la tele, por favor. Póngase una mascarilla cognitiva, rocíese con bicarbonato social… siga yendo a la esquina de su barrio, compre en el almacén. Continuemos mirándonos a los ojos, conversando en las plazas sobre lo que nosotros creemos qué pasa y no sobre aquello que nos dicen que sucede. Sigamos saludándonos en los ascensores. Preguntándonos cómo seguir.