Negar la existencia de hombres y mujeres que luchan por sus derechos te convierten en un payaso con sombrero caro y que vive a costa del Estado. Allí están luchando los que estaban antes que nosotros en una zona militarizada donde hay complicidad de todos los gobiernos desde 1990 hasta los tiempos actuales. Muchos han sido asesinados por los agentes del Estado.