La razón [del gobierno para oponerse al cierre del senado ] es que la verdadera función del Senado en el marco del Estado burgués es la de servir de dique de contención ante aquellos repentinos cambios en el sentir ciudadano que pudiesen implicar un peligro para la estabilidad del sistema de explotación capitalista. Es precisamente por eso que su composición no se renueva en su totalidad al unísono con la de la cámara baja, ya que para cumplir ese rol de contención no debe reflejar el sentir presente de la ciudadanía. Este solo hecho le resta una importante cuota de representatividad, y por tanto de legitimidad, al parlamento que hoy tenemos.