«Hace pocos años nuestros campesinos constituían más del 50% de la población paraguaya. Hoy son un poco más del 30%. ¿Dónde están los que faltan?. En Argentina o en las periferias de nuestras ciudades en bañados y asentamientos.
Esto tiene sus consecuencias: estamos perdiendo nuestra soberanía alimentaria. Son menos los productores y a los que hay no les ayudamos a resolver sus dificultades en llevar sus productos a los mercados.»