Los ex presos políticos no están demandando sólo una reparación económica, porque acá ha habido un daño moral y social que se prolongó más allá del tiempo que duró la detención y eso hay gente que no lo entiende, porque seguramente estaba lejos de la lucha que muchos dimos contra la dictadura. […] se les excluyó de la posibilidad de insertarse laboralmente, llevando una etiqueta que los confinó a la marginación absoluta. Incluso, durante el período que duró la dictadura pinochetista, mucha gente no se atrevía ni siquiera a hablar con un ex preso político, porque tenía temor que se lo vinculara y esa sensación de ser apartado -prácticamente marcado- no toda la gente la comprende. Menos, quienes no participaron de la lucha contra la dictadura.