Radio Bío Bío accedió a documentos y testimonios que dan cuenta de traspasos a cuentas bancarias, inmuebles y vehículos comprados a nombre de terceros, sociedades constituidas con plata provenientes del desfalco y viajes que podrían haber servido para sacar fondos del país. A través de familiares, amigos y colaboradores, los oficiales estructuraron una red de testaferros que les permitió ocultar su patrimonio. Una ruta que hoy la fiscalía intenta desentrañar para determinar cuánto efectivamente fue robado y adónde fue a parar lo malversado.