Implementar este novedoso método implica una inversión económica y una capacitación educativa constantes. Las principales autoridades del sistema educativo cubano ya lo saben: el modelo docente debe cambiar en un panorama cada vez más influenciado por las nuevas tecnologías (Ntics). Tras ese propósito, la nación caribeña inició en 2017 un programa para incorporar paulatinamente las denominadas aulas tecnológicas.