El mito de la transición y el mito de la democracia van juntos. Se reconfortan mutuamente. En la década de los 80 se va asentando la idea de que la democracia es un sistema político que pertenece a los ciudadanos porque ellos la han construido. […]. Esta lógica en apariencia contradictoria opera desde entonces en España y se basa en la sacralización de la democracia como mito. La democracia no resuelve nuestros problemas cotidianos (corrupción, paro …) y sin embargo no se cuestiona […]