Cuando la rabia juvenil, a punta de piedras hace huir a las Fuerzas Especiales de Carabineros, queda demostrado que Chile Despertó, que ya no hay vuelta atrás, que Chile Cambió, empujado por la rabia que produce haber estado sometido durante 30 años, obligado a tragarse las humillaciones, a permanecer al lado afuera de las rejas que rodeaban las mansiones donde bailaban, comían, reían, las elites de nuestro país.