Ahora que los grandes medios de comunicación parecen empeñados en obligarnos a elegir entre salvar a la niña siria que llora en medio de los escombros de Alepo o al niño yemení que llora entre las ruinas de Aden, o a la niña palestina que llora en la arrasada Gaza, o a la nigeriana que llora la ablación en Lagos, o a la saharaui que llora el olvido en Tindouf, o al niño kurdo que llora en la cercada Hakkari […]