Lo que es seguro es que Sanders nunca habría sido capaz de tener el impacto nacional que tuvo si no hubiera corrido en las primarias presidenciales del Partido Demócrata. Esto es un reflejo de la naturaleza antidemocrática del sistema electoral de EUA. Las elecciones de “quien gana se lo lleva todo”, la ausencia de una representación proporcional, los enormes obstáculos peticionarios para inscribir un partido, y el control de la publicidad electoral por los monopolios de los medios de comunicación están garantizados para mantener a la clase obrera y la izquierda en los márgenes de la política electoral.