Desde los primeros momentos fuimos solicitados pero dadas las informaciones parcelarias que se tenían, juzgamos prudente emplear la famosa táctica billarística de la calma y la tiza acerada. Sobre todo, porque en estos casos, como ya lo sabemos de memoria, la emotividad nubla la razón como el fanatismo religioso nubló la de los tres yihadistas abatidos en el día de hoy en la Seine et Marne y en el distrito XX de París.