Tras casi una semana en las profundidades de la mina Santa Ana, doce de los trabajadores, que se tomaron el yacimiento por el no pago de sus sueldos, abandonaron el lugar, aunque solo por algunas horas. Esto, debido a que se dirigieron hasta la Catedral de Concepción, donde recibieron el apoyo de los pirquineros de la Cuenca del Carbón y de Monseñor Fernando Chomalí, quien hizo un llamado a los empresarios. En la oportunidad, los mineros no descartaron radicalizar su manifestación si no obtienen una respuesta de parte de la compañía dueña del yacimiento..