Ejércitos de bots. Arsenales de palabras. Municiones de caracteres. Una batalla de opiniones, influencia y persuasión. Una guerra para la atención pública. Es asimétrica, clandestina y, a la vez, a plena vista. Los mensajes conocidos como «tuits» son balas y todos los usuarios somos soldados de la verdad o víctimas de la desinformación. Las fronteras han sido desdibujadas, el campo de batalla no tiene límites. Está en nuestras casas, nuestros teléfonos, nuestras pantallas. Está dentro de la intimidad de nuestras relaciones, nuestras familias y nuestros pensamientos.