El Ministerio de Defensa de Rusia detectó el funcionamiento de un radar ucraniano el día de la catástrofe del Boeing malasio y determinó las localidades de donde pudo ser derribado, comunicó hoy el servicio de prensa del ente. Según el departamento militar ruso, la ruta de la aeronave siniestrada y el lugar de su caída están al alcance de cinco baterías de sistemas antiaéreos ucranianos, entre ellas, tres de largo alcance, y dos –de sistemas Buk-M1– de alcance medio.
“Después de que fuese derribado el avión de pasajeros, los militares informaron al presidente (Petró Poroshenko) de que los terroristas no disponen de nuestros sistemas de misiles Buk y S-300. No se produjo la toma de este armamento”, dijo un funcionario al diario ucraniano Ukrainskaya Pravda.