El pueblo, entendido como el «pueblo mestizo«, según el Premio Nacional de Historia, «tiene un daño transgeneracional, es una memoria subconsciente, de exclusión, de rabia, de no integración, de ignorancia de su condición de ciudadanos, etc., que le lleva a realizar estas ocupaciones de la ciudad con saqueos, violentas, porque no tiene mecanismos de integración real a la sociedad central, ni económicos ni culturales y, menos, políticos«.