Este artículo expone el contenido y consecuencias de una política extractivista, en que se extrae de las entrañas de la tierra la mayor cantidad de mineral posible y se vende al precio de mercado sobre el cual no tenemos ningún control. El tema es el cobre, pero se aplica a otros commodities que las economías emergentes venden a las compañías transnacionales. Dichas compañías transforman la materia prima es decir, el concentrado en cobre fundido y acercan con ello el mineral al consumidor final bajo la forma de automóviles, computadores, cables, inmuebles, barcos, aviones, misiles, balas y cañones, etcétera.