Semejante a un coro de ángeles, el millonario Sebastián Piñera y el reaccionario cardenal, al unísono entonaron la misma canción, con los mismos puntos y comas: “Bachelet se preocupa más por la vida de las mascotas que de los niños que están por nacer”, una reacción destemplada y fuera de lugar ante las moderadas y casi anodinas palabras de la Presidenta de la república, que sólo plantea la despenalización del aborto bajo tres causales: el peligro de vida de la madre, la inviabilidad del feto y la violación.