El documento establece que no se puede “acorralar a una masa humana” y que el chorro no puede dirigirse directamente a las personas, consideraciones que según observadores de DDHH, Carabineros incumple constantemente. El chorro de agua que lanza contiene líquido lacrimógeno (Gas CS), el que se mezcla con el agua del carro, en dosificaciones al 40, 50, 70 y 100%. Según el toxicólogo y presidente del Colegio Médico, Enrique Paris el Gas CS (Clorobenzilideno Malononitrilo) es reconocido por sus graves efectos en el sistema ocular, respiratorio y dérmico, los que aumentan dependiendo de la receptividad de las personas.