El ex jefe naval de la zona del Biobío que descartó la ocurrencia de un tsunami en la madrugada del 27 de febrero de 2010, ahora hace negocios presentándose como experto en el área, a pesar de que se especializó en submarinos. Aunque continúa alegando inocencia, testimonios de carabineros, bomberos, autoridades políticas, un informe de la PDI y la investigación de CIPER lo apuntan como el responsable de difundir información errada que costó decenas de vidas.