El periodismo chileno está inmerso en una profunda crisis, los periodistas viven en una burbuja mirándose al espejo. Y Son meros relacionadores públicos del monopolio mediático y el poder económico. Por eso que tienen que reportear desde el balcón o robar desde las redes la pega que otros hacen. Si el gobierno impone la cultura de la fuerza bruta en las calles y los medios naturalizan la violencia de estado, estamos frente a un escenario complejo para las luchas del pueblo. Por eso es importante que las redes y las formas de comunicación diversas, tomen un papel relevante para quiebrar el bloqueo mediático.