El partido del orden – el duopolio, la plutocracia – sabe que, al final, terminará elegido el más pillo de todos los candidatos, el inefable Sebastián Piñera. Si por si acaso los  ciudadanos llegan a darse cuenta de que este prohombre es rey de la mezcla entre negocios y política, buscarán a otro similar al primero, también amado por los empresarios, Ricardo Lagos – en el fondo, da lo mismo el uno que el otro -.