La diplomacia de Torre Tagle es heredera de los maestros del Virreinato del Perú, hijos de Floridablanca y del conde de Aranda, ministro de Carlos III; son hábiles, escurridizos y finos. Los doctores de Chuquisaca (Sucre, Bolivia), poseen la sutileza de los diplomáticos del altiplano. Los moradores del Hotel Carrera practican una diplomacia sólo centrada en lo comercial: los chilenos son los “fenicios” de América Latina, pues les interesa los Tratados Comerciales y muy poco las relaciones con sus vecinos.