Antiguas civilizaciones peruanas crearon en el año 600 de nuestra era sistemas dentro de las montañas que desviaban el exceso de agua de lluvia a través de rocas. El agua necesitaba meses para pasar a través del sistema hasta que resurgía río abajo, justo a tiempo para la estación seca. Los científicos examinaron un sistema de esas características en Huamantanga durante las estaciones húmedas y secas entre los años 2014 y 2016. Lo que hallaron fue que el agua tardó entre dos semanas y ocho meses en resurgir, con un tiempo promedio de 45 días.