Necesitaríamos, por ejemplo, una presidenta líder que les golpeara la mesa a las compañías eléctricas y sanitarias que no dejan sin luz y agua apenas empiezan las lluvias y los vientos de invierno. Empresas extranjeras, para colmo, que cobran elevados precios por sus prácticas indolentes, que han incumplido con sus proyectos de desarrollo y hasta provocado nuestra hecatombe medioambiental. Como por ejemplo los incendios forestales del verano a causa de la falta de mantención de sus tendidos eléctricos.