El gobierno de Piñera se encuentra firmemente empeñado en sacar adelante su regresivo proyecto de reforma tributaria cuyo verdadero propósito es tornar aun mayor la ya enorme desigualdad en la distribución del ingreso después de impuestos que actualmente impera en el país. Un propósito que, obviamente, no puede ser reconocido abiertamente por la ostensible inmoralidad que supone y por la ya generalizada e indignada percepción ciudadana de ser constantemente víctima de la ley del embudo.