Cada vez me produce más repugnancia nuestra casta plutocrática fascista. Pido perdón por mi pesimismo, pero estoy convencido de que esta crisis del sistema político chileno va a terminar como la italiana del siglo pasado: a los corruptos Benedetto Craxi y Amintore Fanfani les sucedió un personaje tétrico, como Silvio Berlusconi. Al fin se sincera que los únicos dueños de la llamada “democracia” hoy, son los capitalistas y que los políticos son sus lacayos y, nosotros, los estúpidos, que nos convocan a elegir, cada cuatro años, cuál de los mayordomos nos va a pegar menos correazos, así, el ciudadano elector es sinónimo de masoquista.