El regreso neoliberal en tres de las principales geoeconomías de Sudamérica constituye un retorno triunfal de EE.UU. que ahora practica un neo-monroísmo geoeconómico y geofinanciero bajo el modelo atroz del devaluado neo-peñismo del “México neoliberal itamita” que practica la entrega total de sus recursos estratégicos para integrarse como esclavo (literal) del modelo “Norteamérica”.