Se nos presenta hoy una ocasión privilegiada para cortar de raíz la corrupción, en consecuencia, desde ahora, hay que declarar caduco e injusto este sistema político, basado en el abuso de los poderosos sobre los más desprotegidos, y llamar, desde ahora a un plebiscito en que el pueblo se pronuncie sobre una Asamblea Constituyente, a fin de construir una nueva República.