El conflicto entre el Estado chileno y el pueblo-nación Mapuche, mediáticamente instalado como “conflicto mapuche”, implica disputas con empresas forestales y grandes terratenientes instalados hace más de un siglo.
Este “conflicto” utiliza la criminalización de las demandas políticas del pueblo mapuche, la judicialización de sus dirigentes y la implementación de la violencia en todas sus formas (física, simbólica, ecológica, económica y social) con el fin de proteger intereses económicos de algunas familias.