Lenta pero consistentemente, en campaña, JAK ha ido ganando simpatías y adeptos entre un segmento de la derecha de acento duro que en su día aglutinó a un 44% de chilenos por el Sí a Pinochet. Un amplio segmento que incluye figuras políticas aún vigentes y que hoy se alinean con esfuerzo, casi a contrapelo, tras Sebastián Piñera. Paradojalmente, un ex presidente y candidato que votó No a Pinochet, que reniega sistemáticamente de su figura y, peor aún, que elige al DC Patricio Aylwin como padre político.