La rebeldía que tiene el jugador chileno en tratar de no ser menos que nadie en una cancha de fútbol, es a lo que estamos aspirando. Los resultados se verán en el futuro, pero la idea es que Chile juegue y no sea menos que nadie. Pienso que por las raíces mapuches o indígenas de este país hay mucha rebeldía escondida y que tiene que aflorar porque es muy fuerte. Y cuando se revela, como en el caso de los jugadores, se ve una ventaja: su fortaleza.