Todo se precipitó con el anuncio del fiscal regional de Rancagua, Emiliano Arias. Ricardo Ezzati deberá declarar como imputado el próximo 21 de agosto. El italiano es el único cardenal y arzobispo en la historia de Chile que, después de la separación entre la Iglesia y el Estado en 1925, ha sido llamado a declarar como imputado. Fuentes conocedoras del proceso que se lleva adelante en el Vaticano aseguran que, tras la movida de la fiscalía, el Papa decidió apresurar la salida definitiva de Ezzati. Había que poner fin a una decisión que se había prolongado por demasiado tiempo.