Boaventura de Sousa Santos durante toda la obra insiste en que la dominación tiene tres patas: el capitalismo, el colonialismo (que habría sobrevivido a las descolonizaciones) y el patriarcado. Argumenta que los tres fenómenos están estrechamente interrelacionados, y no son separables. Y, pese a todo, reclama que la izquierda recupere sus principios fundacionales, con un eje central en la reivindicación de la reducción de las desigualdades.