Creemos que la transición hacia un nuevo bloque histórico requiere una amplia alianza de clases, movimientos sociales y partidos políticos que viabilicen una nueva institucionalidad democrática y un cambio profundo de la matriz productiva del país. Si se persiste en mantener la opresión neoliberal, el destino de cualquier gobierno, ya está escrito: continuar la espiral de violencia contra las y los trabajadores. Esa nueva alianza se debe sustentar en un proyecto político compartido, que le dé sentido a las distintas formas de lucha y de acumulación de fuerzas que impulse nuestro pueblo.