Este mal gobierno no deja otra alternativa que actuar como pueblo soberano, e impulsar desde abajo iniciativas autónomas para enfrentar el hambre y la sobrevida y contribuir a la reorganización del movimiento popular hasta que las condiciones sanitarias permitan retomar también la iniciativa política. Eso implicará sin duda exigir que comparezcan y rindan cuenta ante la justicia, todos los personeros de gobierno responsables de la situación que vivimos, y todos aquellos que se sumen a Acuerdos Políticos que nos impidan avanzar para realizar los cambios que necesitamos: una nueva constitución y una total reorganización del país para avanzar a una democracia real, que incluya la revisión de todos los tratados de libre comercio y el retiro definitivo del TPP-11 del Congreso.